domingo, 9 de junio de 2013

cuestiones de un junio atríptico

Noche de domingo después de Ecotrimad. Pienso en cómo va el exigente tríptico de junio que programé y creo que tengo que estar contento aunque tengo que acelerar si quiero llegar en condiciones a Embrun; no tengo que cambiar el planteamiento, pero sí es hora de cargarme de entrenamiento en serio. La gracia de Bilbao me costó 10 días de estar enfermo y un considerable retraso en la preparación, pero estas cosas pasan y tengo que manejarme con lo que hay.

Cuando llevas varios años metido en deportes de fondo entrenando medianamente en serio, inconscientemente tomas referencias que acabas comparando de temporada en temporada. Referencias que este año no me valen porque estoy haciendo una preparación más larga para algo mucho más serio. Y tampoco me valen porque en mi caso tienen que ver bastante con la climatología; cualquier otro 9 de junio llevaría ya semanas de entrenamiento regular con buen tiempo, pero este año parece que aún estamos terminando marzo, hacemos cicloturistas de largo calculando cuánto abrigarnos o cuánto nos acabaremos mojando y salimos días como hoy pensando que quizá en la sierra esté nevando si rodando junto al Jarama la sensación es de frío.

Las 2 etapas que ya he hecho del tríptico han tenido además mucha carga emocional: el Soplao porque supone correr en casa, y Ecotrimad por quitarme la espina de la retirada de hace 2 años. Por otro lado, en ambas ha habido momentos que se han movido en paralelo: por varios motivos aún me falta un punto de potencia, estoy demasiado "diésel"; en Cantabria eso era menos problemático que ayer en el Eco, donde cada sector te pide ir al límite, y ahí, el que hubiera un exagerado oleaje en el embalse me llevó a más desorientación y mareo de lo normal, necesitando después 15 ó 20 km para tener buenas sensaciones de piernas en la bici.

Ése fue el momento malo de ayer, la angustia que llegué a tener nadando, pero después de la tormenta de hace 2 años ayer no me iba a rendir con tan poca cosa. El momento malo del Soplao llegó pasada la mitad de la etapa, bajando Piedras Luengas, tuve que ponerme a rueda de un grupo con el aire de cara con la sensación de estar vacío, y la lucha llegó al ver que el grupo se paraba, que nadie quería tirar, y calculé que quedaran 10 ó 15 km para llegar a la base de Hoz y tirar de 30 ciclistas con más sangre fría que yo o con menos ganas de batalla (menos mal que contagié a otros 3). En el Collado de Hoz pagué el esfuerzo de ser tan "generoso", pero la buena señal fue ir recuperando piernas a medida que subía, sin ceder ritmo ... igual que ayer fui calentando después del mal rato de la natación.

El último paralelo en 2 pruebas separadas por sólo 7 días se enlaza con el anterior: después de la recuperación de buenas sensaciones no vino un bajón, sino la buena noticia de que estoy consiguiendo mucho fondo y tengo buena base para terminar las pruebas "entero", sin arrastrarme, y con la satisfacción de haberlo dado todo; en el Soplao fue una gozada hacer los últimos 15 km de plano tirando de un grupito como si estuviera haciendo una crono; ayer, sin ser gran cosa hacer una media maratón en 1h 51´, sí lo fue para mí encontrarme con piernas para no ceder intensidad a pesar de la dureza del trazado. Esos 15 km del Soplao ... esa hora y 51´ de ayer ... leídos como debo, en clave de entrenamiento de fondo, saben a trabajo bien hecho.

Evidentemente uno tiene su orgullo competitivo y cuando ve un crono de 9 horas en el Soplao y de 5h 33´ ayer piensa que le gustaría ver guarismos más bajos a estas alturas ...

                                        ... dejaré que ambas sensaciones cohabiten, a ver qué saco de la combinación en el cambio de ritmo del próximo sábado: Irati Xtrem: 3.600m de desnivel en sólo 130km en bici ... un muro al 20%, puertos de especial como Errozate-Artaburu y Larrau ... pura explosividad y voy con un 39x25. Promete emoción, jejeje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario