miércoles, 23 de noviembre de 2011

impersonal

Sólo pueden abrirse algunas ventanas de esas grandes cajas de cristal en las que decís que trabajáis, a un vistazo del mismo aire libre que sólo podéis respirar pasando por un portal.
Una noche pasé bajo una de tus horas interminables y sacaste un brazo nervioso desde una planta de las que ya dan vértigo, tirando en medio de la lluvia una bola de papel que cayó cerca de mis zapatos.
Habías escrito algo a mano que tu cabeza quería contarte y tú despreciaste sacándolo de la vitrina en la que ganas dinero. En la caída el agua hizo olvidar tu historia; la abrí y sólo había dejado un borrón de tinta que estirado quedó guardado en un libro, secándose para que ahora sea yo quien esconda letras encima. Robándote la imaginación. Haciendo rehenes de tus ideas.

No voy a devolvértelas 


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martes, 8 de noviembre de 2011

a hibernar

y las últimas 3 horas y media largas de mis zapatillas (3h 35, para los fans de los numerajos) fueron en la gymkana de Zaragoza (oficialmente llamada maratón internacional)

Resulta que hace 2 años que corrí en Zaragoza mi primera maratón, y la dureza de la distancia me hizo lesionarme en el 35, tenía una rotura de fibras en el aductor y no podía seguir sin hacerme algo más serio, así que paré en un avituallamiento y me retiré, pero me encontré con que el coche escoba no me podía recoger porque "ya había pasado" ... ante lo que pregunté "¡¿cómo puede haber pasado si yo no soy el último ni de lejos?!" (iba para hacer 4h 15 o así) y me dijeron "ah, pues es que ya se ha ido", y no, no tenía la menor intención de volver a por mí, así que me hice al menos 5 km cojeando para llegar a meta y recoger mis cosas con la pierna más jodida de lo que debía. Me cabreé, les mandé un mensaje maldiciendo su estampa, y se disculparon por el enorme error y me pidieron que confiara en que no volvería a pasar algo así y que volviera a correr allí alguna vez.

Con este panorama, crédulo yo, me planté alli este año para quitarme la espinita y correr de nuevo en Zaragoza, a ver si esta vez de verdad aquello parecía una carrera en condiciones ... y siento decir que no, que no me volverán a ver y que no le recomiendo a nadie que corra esa carrera, hay muchas y mucho mejor organizadas. Correr, como cualquier deporte, tiene que ser un divertimento (le pongamos el esfuerzo que le pongamos, todos estamos aquí por disfrutar de nuestro tiempo libre) y en eso no cuadra que lo que percibas en todo el que te rodea sea tensión y mala ostia. ¿Y eso por qué? pues porque no es ni medio normal que nos hagan correr por estrechos carriles marcadoa con conos que suelen quedar en medio del grupo en el que corres porque si sigues a una de las liebres (que para eso están) no te han dejado espacio material para otra cosa ... así que además de pensar en llevar tu ritmo y dosificar, tienes que mantener la atención en no tropezar con conos, con el corredor que ha esquivado uno, te tropiezas con alguno y te cagas en la madre que parió a alguien, o cuando no eres tú el que lo hace es el de al lado, y el de más allá repite que esto es una vergüenza, y ese mismo comentario ya lo has oído unas 20 veces en los 2 km anteriores, y en este plan eran al menos 30 de los 42. Algún listillo dirá "bueno, si sólo eran conos, se apartan o se saltan y punto", ja, ¿y qué haces con los contenedores de basura, las vallas metálicas tumbadas patas arriba, o con las señales de tráfico portátiles cuyos soportes cortantes te quedan a la altura de la rodilla?; yo no vi caerse a nadie (tropezones y sustos sí, innumerables), pero si alguien tuvo la mala suerte de llevarse uno de estos delicados obstáculos por delante, seguro que se hizo un siete de miedo en la pierna. Mucha gente que haya corrido pensará que para qué tanto cono, tanta valla tanto aviso a los que vienen detrás cuando tú has esquivado uno de los regalitos y tanta mierda de carrera, y ahí está otra de las gracias, que ponían todo esto para ceñirnos a recorridos por calles sólo parcialmente cortadas, teniendo en muchos kilómetros los coches a un lado o a ambos (aún recuerdo a aquel voluntario gritando "ahora por el carril central" ... no dábamos crédito, el grupo estirado y coches por los dos lados, y como premio, giro de 90º aun poco más adelante para meternos por una acera (saltando el bordillo, claro) y en mitad del giro un precioso coche granate aparcado y durmiendo la mona). En fin, ver para creer y para no volver, en una martón no puedes tener la sensación de que estás siendo un estorbo para la ciudad y para los demás corredores por los codazos que nos llevamos inevitablemente para dejarnos sitio unos a otros en mitad de semejante desastre ... eso sí, una cosa sí reconozco, cuando ya había terminado y estaba cambiado, vi pasar a 3 km del final al último de la carrera y llevaba detrás un coche de la organización, uno de policía y una ambulancia, parece que algo sí han aprendido, aunque si en una 5ª edición, en plena explosión del deporte popular, sólo consiguen que terminen 860 participantes la "maratón internacional" (el nombre les viene muyyyyyyy grande), es para hacérselo mirar, y parece mentira que quien organice la chapuza sea un club de atletismo.

Por lo demás, la carrera me hubiera gustado hacerla algo mejor, no tanto por el tiempo, que me da bastante igual, sino por sensaciones, tuve bastante bajón entre el 32 y el 38 y eso es algo que tengo que mejorar (luego me recuperé en los 4 últimos, pero váyase usté a saber de dónde me saqué eso). De todos modos, tampoco estaba la cosa para hacer muchos alardes, que con aquello de que corríamos pocos, a un tal "cierzo" se le ocurrió venir sin invitación y parece se que tenía toda la mañana prisa por llegar a alguna parte que no sabía cuál era, así que cuando no nos pegaba bofetadas de un lado, era del otro, y si no de frente, y si no de espaldas ... y tú con el mareo de poner la cara hacia el lado contrario para poder coger aire y no perder el ritmo, que el pesao éste pegaba tan fuerte que si ibas con la cara por delante a veces no te dejaba respirar ... y él buscando a dónde tenía que ir, que se le hacía tarde, y cuando corrimos hacia la expo resultó que se acordó de que él tenía que ir a la dirección contraria ... vamos, que como premio final, casi todo el recorrido de los últimos 10 km fue con viento de cara y a veces parecía que nos quedábamos parados, como si intentáramos trepar un muro, en lugar de correr en llano.


Con todo, crucé otra línea de meta más, ni sé cuántas este año, y en algún momento lo que me empujó ayer a seguirme exigiendo era el pensamiento de que ellas se lo merecían, mis zapatillas, las que tanto me han aguantado en 2 años y medio, desde que me dio por empezar a correr ... que os vaya bonito allá en al cajón ... yo de momento me voy a hibernar y en primavera ya inventaré nuevos retos (hasta entonces, con hacer senderismo, gimnasio, natación, carrera, ciclismo, esquí y alguna otra cosa que se me ocurra, tengo suficiente ... pues eso, hibernar)