domingo, 27 de enero de 2013

fechas para un reto demente

Si miráis en la columna derecha veréis el listado de pruebas que he programado para esta temporada. Sólo aparece lo serio, las pruebas más duras, para no eternizarme enumerando.

Avisé hace un par de meses de qué es lo que iba a pasar este año y he seguido adelante con la idea que se me ocurrió entonces, el día de mi cumpleaños, la idea de que ya es hora de crecer y correr un ironman y, puestos a explotar, escoger uno de los más duros del mundo: Embrunman, en plenos Alpes franceses.

La idea de la temporada es que todo sea un entrenamiento, todo menos la última fecha. Sólo quiero buscar un pico de forma, uno y no más, de modo que tengo que inventarme el modo de construir un cuerpo que pueda asimilar tanta carga de trabajo físico sin caer en fatiga y sin dejar de crecer hasta dentro de siete meses, cuando a las 6 de la mañana del 15 de agosto den la salida de este reto brutal en la orilla del Plan D´Eau D´Embrun. Antes de eso, cada prueba seria será un escalón hacia el siguiente nivel y, si le echáis un ojo a las fechas, gran parte de ese plan me la voy a jugar en primavera en las cinco etapas que van desde la Maratón de Madrid del 28 de abril, a la Irati Xtrem del 15 de junio; entre una y otra, el medio ironman de Bilbao, la cicloturista de Los 10.000 del Soplao y el Ecotrimad, y sólo 3 fines de semana libres. Lo que saque de mitad de junio será lo que tenga que consolidar hasta el medio ironman de Garai a principios de julio, y desde ahí, a hilar muy fino para evitar cualquier paso atrás y pulir lo que falte, que será mucho, seguro. Sólo quedará una etapa, el Ultra Trail de Picos de Europa (Macizo Oriental), que correré en equipo con mi amigo Toño al que debía una carrera de montaña que el año pasado no pudimos cuadrar, y qué mejor que hacerla en casa.

Y al final de todo ese camino, de tanta prueba que cualquier otro año sería un objetivo y no un entrenamiento más, tendré que estar en Embrun y demostrarme que puedo nadar 4 km casi de noche en un lago que tendrá el agua bastante fría, rodar 188 km en bici en un recorrido de más de 5.000 m de desnivel y puertos como el Col D´Isoard (una etapa que perfectamente se puede encontrar en cualquier Tour de Francia), y correr al final una maratón llena de cuestas y trampas.

Cada metro de entrenamiento con la idea de llegar a la meta de Embrun, y sólo con una obligación: seguir divirtiéndome, que si no esto pierde el sentido.

2 comentarios:

  1. Qué bestia, hermano. Yo estoy ultimando la preparación del plastic-man: hacer el muerto en el agua cual bolsa de plástico, reciclar los plásticos vasos de la meta de una maratón y subirme a una bici con plástico estilo.

    Ánimo campeón

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  2. ¡¡¡¡¡¡GRANDÍSIMO, HERMANO!!!!!! SENCILLAMENTE GRANDÍSIMO!!!!!!

    (deberías de patentar la idea, es brutal)

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